Estamos acostumbrados a oír hablar de la crianza en barrica de roble americano o francés de los vinos. Las notas de cata matizan y dan importancia a estos elementos.  Y se trata de expresiones más que habituales en el lenguaje enológico.

Pero… ¿realmente sabemos qué significa? ¿Qué diferencia hay entre el roble francés y americano? Y, sobre todo… ¿cómo afecta al final del vino?

Entre los productores, este es un tema complejo que despierta debates. Y, entre, los aficionados noveles,  genera todo tipo de dudas y preguntas por resolver.

El tipo de madera elegida para la barrica, su tamaño y su edad, son elementos determinantes para el vino que se obtenga tras su paso por ella. Porque En la crianza del vino el tipo de madera elegido es tan importante para el resultado final como la uva, el suelo o la antigüedad del viñedo de producción.

Desde CestaShop, queremos acercarte a este elemento tan complejo, desconocido y apasionante como es la crianza del vino en barrica de roble. Para que, desde ahora, no te  parezca «igual»  un vino que haya permanecido tu tiempo de crianza en barrica de roble francés o americano. Y, te sea mucho más fácil interpretar la información sobre su crianza que se incluye en las fichas técnicas de cada vino.

Barricas de roble americano o francés. ¿Son iguales?

La crianza en barrica de roble americano y francés tienen diferencias importantes más allá de su procedencia. Optar por uno u otro para la crianza del vino, depende del objetivo buscado por el enólogo de la bodega. Ya que la barrica de madera facilita la entrada de oxígeno al vino para su maduración. Y le transmite valores organolépticos (aroma, sabor) que definirán su futura personalidad y varían considerablemente de un tipo de barrica a otra.

Entonces… ¿qué las diferencia?

1 – Dureza y resistencia. El roble americano es más compacto y tiene mayor resistencia. De hecho, puede decirse que estas barricas son prácticamente impermeables.

2 – Porosidad. Las de roble americano son más porosas y presentan un poro mayor que las de roble francés. Por este motivo, transmiten al vino sus propiedades más rápida y fácilmente. Sin embargo, las de roble francés, al tener el poro más pequeño, transmiten sus propiedades de forma más lenta. Lo que se traduce en vinos más elegantes y sutiles.

3 – Aromas. Las barricas de roble americano, aportan un abanico mayor de aromas al vino. Destacan las notas tropicales y tostadas como café, coco o tabaco. Las de roble francés, se caracterizan por sus notas frutales y herbáceas.

4 – Elaboración. La forma de producir las duelas (tablas que forman la barrica) es otro punto en el que difieren. Las de roble francés son mucho más costosas. ¿El motivo? Mientras las duelas de madera de roble americano pueden hacerse serrando los troncos directamente, por tratarse de madera resistente y poco porosa. Las duelas de roble francés han de realizarse mediante hendido siguiendo las vetas, ya que la madera es más blanda y sus poros son mucho más finos. De este modo, las barricas de roble americano desperdician menos madera en su elaboración que las de roble francés. Y, en consecuencia, resultan menos costosas.

Te animamos a navegar entre nuestros vinos jóvenes con crianza, crianza y reserva para conocer sus diferentes características e identificar aquellos que se ajusten a tus gustos y preferencias.

Entre ellos, encontrarás los de bodegas como J.García Carrión y Dehesa de Los Canónigos que envejecen sus vinos en barricas de roble americano. O los de Bodegas Ramón Bilbao, Grupo Yllera y Bodegas Lan que siguen un innovador sistema mixto de barricas.

Como verás, todos diferentes. Y todos, magníficos. ¿Con cual te quedas?