Entre todos los tipos de vinos existentes, hay uno que es verdaderamente «imprescindible» y no puede faltar en los brindis y celebraciones. Se trata del espumoso. Entre opciones de vinos espumosos hay muchas y muy variadas: champagne, prosecco y, por supuesto… nuestro tradicional cava.

Sinceramente, descorchar una botella de cava siempre es sinónimo de alegría, de vivir un momento especial y, sobre todo, de fiesta y celebración.

El cava es testigo de incontables encuentros con amigos y familiares, de días especiales como bodas, bautizos o celebraciones en pareja.

Por eso, hoy hemos querido detenernos en este vino para hablar de algunas de sus peculiaridades. Y conocer algunos detalles curiosos que lo convierten en la bebida perfecta para fechas especiales.

Prepárate porque estamos seguros de que más de una va a sorprenderte. ¡Seguro!

Curiosidades del cava que no todos conocen

1 – El cava se toma frío aunque… sin pasarse

En efecto, el cava se toma frío pero a una temperatura nunca inferior a 6º. Por debajo de esta, resultaría francamente difícil apreciar sus aromas. Y a temperatura superior a 10º destacaría demasiado su contenido de alcohol y le haría perder su frescura chispeante.

2 – Al enfriarlo, mejor evitar la nevera

Como decíamos en el punto anterior, es necesario servir el cava a temperatura recomendada entre 6-8ºC. Para alcanzarla, te sugerimos enfriar la botella en una cubitera con hielo. Ten en cuenta que si lo enfrías en la puerta de la nevera o en un cajón del congelador fácilmente podrían romperse las burbujas con el movimiento.

3 – No hay que dejar «envejecer» al cava

A diferencia de otros vinos, el cava debe tomarse poco tiempo después de su embotellado. Los espumosos son vinos que con el paso del tiempo van perdiendo gas carbónico. Así que, para disfrutarlo en buenas condiciones, se recomienda consumirlo en el año, con un periodo máximo de dos años.

4 – Se puede servir en diferentes tipos de copas

Al elegir una copa para servir el cava, recuerda que sea de cristal, finas y elegantes, amplias y no demasiado anchas.  Imprescindible es que «guarde» las burbujas de forma natural. Es decir, sin acentuar y evitar su efervescencia. Lo que tiene es que dejarlas libres. Las más recomendadas son las de forma de tulipa estrecha y las de flauta.

5 – El cava es el vino menos calórico

Sin duda, este es un detalle a tener en cuenta por quienes no quieran tomar bebidas excesivamente calóricas. No podemos olvidar que, pese a incluir azúcar puesto que se trata de un vino, los espumosos son los menos calóricos. En especial el cava de tipo brut, con 75 calorías por 100 mililitros. De ese modo, una copa de cava, en la que cabrían aproximadamente 150 mililitros, supondría tomar unas 112 calorías aproximadamente.

6 – Una cucharilla no ayuda a conservar una botella abierta

¡Es uno de esos falsos mitos que ya va siendo hora de desterrar! Una cucharilla de postre en la boca de una botella de cava no ayuda a conservar su burbuja. En la cucharilla quedan huecos por los que se escapa el gas. Por lo que, desde CestaShop, te sugerimos cerrar una botella abierta con un tapón adecuado que impida cualquier fuga que deteriore el vino.

7 – Es posible descorchar el cava fácilmente (y sin derramarlo)

Para descorchar correctamente una botella de cava y evitar derramarlo o dispersarlo en la operación, prueba a aflojar la estructura de hierro que recubre el tapón pero sin retirarla. Haz palanca con ella y gira la base de la botella en vez de el tapón. ¡Verás como te resulta más fácil!

8 – El grado de azúcar es importante

Tanto que el grado de azúcar, presente en el vino (y no añadido), es el criterio que marca su clasificación. Entre los diferentes tipos que existen, el Brut Nature es el menos dulce, con hasta 3 gramos de azúcar por litro. Y, en el lado contrario, se encuentra el Dulce, con más de 50 gramos de azúcar por litro. Como ves, hay cava para todos los gustos.

9 – Su maridaje es más versátil de lo que se cree

Al hablar de cava, lo habitual es pensar que solo se toma junto o después del postre. Tal vez, porque estamos acostumbrados a descorcharlo en ese momento de la comida para brindar. Pero, la verdad es que el cava ofrece opciones mucho más amplias de maridajes. Por su punto de acidez, es la bebida perfecta para acompañar platos de paella y arroces. También con pescados y mariscos, por su capacidad para potenciar sabores. Aunque sorprenda, con guisos contundentes y carnes ya que las burbujas del cava actúan como «limpia grasa» y equilibran su intensidad. Y, finalmente, no te resistas a servirlo junto con postres dulces. Eso sí, en este caso, apuesta por un cava semi-dulce o dulce.

10 – El cava no solo se elabora en Cataluña

Pese a que la mayoría de municipios en los que se elabora cava están situados en Cataluña, la realidad es que la zona de producción de cava la forman más de 160 localidades situadas en 7 provincias españolas. La D.O. Cava («región del cava»)  también incluye zonas de La Rioja, País Vasco, Aragón, Navarra, Comunidad Valenciana y Extremadura.

En 1972 se promulgó la Orden Ministerial de 27 de julio y se constituyó el Consejo Regulador de los Vinos Espumosos con funcionamiento equiparable al de las Denominaciones de Origen. Con esta disposición el Cava quedó sujeto a normativa propia, en cuanto a elaboración, producción y comercialización. Por lo tanto, el Cava es una de la excepciones a la regla en cuanto a la inclusión de la mención “Denominación de Origen” en sus etiquetas. La simple indicación de la palabra «cava» lleva implícito su origen y no es necesaria una referencia geográfica específica.

Como puedes ver, se trata de un vino apasionante, delicioso y muy apreciado en todo el mundo. Desde CestaShop te animamos a disfrutarlo e incluirlo en todas tus celebraciones. Es una joya asequible que, por algo, es el protagonista de de los días más señalados en el calendario. ¡Brindemos con él!