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Los 4 imprescindibles para hacer una bodega en casa
Cómo hacer una bodega en casa

Si hay algo en lo que suelen estar de acuerdo los aficionados al vino es que (casi) todos desearían hacer una bodega en casa. Una bodega propia en la que poder almacenar, cuidar y conservar  sus vinos preferidos.

Es posible que, en algún momento, hayas pensado en tener una variedad de vinos de distintas añadas, bodegas, denominaciones de origen y uvas en tu propia casa. Y, de ese modo, tener en cualquier momento y circunstancia la posibilidad de elegir uno u otro según la ocasión.

Porque, una realidad es que, la experiencia del vino no solo se vive y disfruta cuando se descorcha una botella y se bebe el  elegido. Esa experiencia comienza desde el mismo momento en que se buscan los vinos, se adquieren y, posteriormente, se conservan y mantienen de forma adecuada. Para que los tengas a mano en cualquier momento y, el día que se disfruten, estén en condiciones óptimas.

Como es lógico, no todos disponemos ni del espacio ni de las condiciones que se dan en una bodega para el almacenamiento y perfecta conservación de nuestro pequeño surtido de vino. Pero eso no significa que sea imposible disponer de una bodega en cada adaptada a nuestra forma de vida. Que nos permita tener bien cuidados esos vinos que nos gustan y vamos adquiriendo poco a poco.

Si a ti también te apetecería hacer una bodega en casa, te invitamos a seguir leyendo este artículo. Vamos a compartir algunos consejos que pueden ayudarte a tenerla lista de forma fácil y relativamente asequible. ¡Tus vinos te lo agradecerán!

 

Cómo hacer una bodega en casa para tus vinos

 

#1 – Piensa «a priori» qué tipo de vinos vas a guardar

Partamos de una base: una bodega es el lugar donde se conservan los vinos hasta el momento de su consumo. Por eso, si tu idea es consumir vinos jóvenes o con poca crianza, y no deseas guardarlos mucho tiempo, igual no necesitas hacer una bodega en casa.

Tener una bodega en casa permite que vinos con crianza o reservas evolucionen bien con el tiempo. Si solo deseas almacenarlos a modo de «despensa» no te compensa el tiempo, inversión y esfuerzo que implica construir tu propia bodega en casa.

#2 – Elige bien su ubicación

Una bodega es algo que no puede situarse en cualquier sitio de la casa y las viviendas urbanas no lo ponen fácil. Tradicionalmente, las bodegas profesionales lo hacen, se busca un lugar subterráneo que aisle bien de las radiaciones solares y los cambios de temperatura. Por ese motivo, no es recomendable situar tu bodega particular donde haya ventanas por las que entre mucha luz ni junto a la cocina donde están los fuegos y hornos.

Lo ideal es un espacio tranquilo, aislado y que no se vea afectado por cambios de temperaturas. El vino es muy sensible a los cambios y agresiones externas.

Recuerda también que la humedad es importante para la buena conservación de los vinos. Si tienes la opción de situarla en una zona profunda y aislada de la vivienda (tipo sótano o trastero), no lo dudes. Será una buena elección para tu bodega casera.

 

#3 – Acondiciónala con el mobiliario y revestimientos adecuados

En este punto, lo más importante será disponer de estantes adaptados a los diferentes vinos que vayas a conservar. Cada tipo de vino requiere unas condiciones diferentes de almacenamiento. Desde CestaShop, te sugerimos informarte de la mejor forma de conservar cada vino y el tiempo recomendado. De ese modo, tus vinos estarán perfectos el día que decidas disfrutarlos.

Si, por las características climáticas de la zona en la que vives, ves necesario aislar de forma especial el espacio destinado a tu bodega, no lo dudes. Un buen revestimiento que aisle bien de los cambios te temperatura siempre será un acierto.

Además, si ves que algunos vinos necesitan unas condiciones especiales de humedad o de temperatura, no dudes en incorporar algún mueble climatizado. Te aseguramos que será una buena inversión. Y te permitirá tener los vinos en «zonas menos recomendables», como puede ser la cocina, si tu vivienda es pequeña o no dispone de espacios subterráneos.

 

#4 – Controla y supervisa la temperatura y la humedad

El lugar en el que guardes los vinos no debería superar los 15ºC. Ya que a partir de 20ºC, los vinos podrían comenzar a estropearse y perder sus cualidades.

De igual modo, el grado de humedad idóneo debe oscilar entre el 75% – 85%. Ten en cuenta que los extremos no son buenos para la conservación de los vinos. Un espacio excesivamente seco podría hacer que el vino madure antes. Y uno demasiado húmedo hará enmohecer los corchos y que pierda, por ese motivo, su aislamiento.

 



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