Los vinos rosados son los grandes desconocidos para muchos aficionados al vino. Su consumo es inferior al de los vinos bancos y, sobre todo, tintos. Aunque, en los últimos años, esa tendencia está cambiando de forma significativa.

Bodegas y consumidores están haciendo una gran apuesta por los vinos rosados. De hecho, no es casualidad que algunas de las principales bodegas españolas estén aprovechando la moda de los rosados. Lo que lleva a los bodegueros a experimentar y para subir en gama y en calidad este tipo de vinos. Y, a los consumidores, a conocer una alternativa deliciosa, fresca y llena de matices por descubrir y disfrutar.

Lo que, sin duda, parece imparable es que los vinos rosados son la tendencia más marcada del año. Francia es primer país consumidor de vino rosado. Seguido de Estados Unidos y Alemania. En España, ha crecido su consumo más de un 20% en los última década, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV)  Y, lejos de ser una moda pasajera, ha llegado para quedarse. Porque, son vinos sabrosos, frescos y de calidad.

El rosa puede ser el «color del año» a nivel vinícola. Por eso… te invitamos a conocer un poco más los (siempre sorprendentes) vinos rosados.

Qué son y cómo se elaboran los vinos rosados

Si existe un tipo de vino que ha generado falsas creencias en torno a su elaboración, ese es el vino rosado.

De forma errónea, son muchos los que piensan que simplemente se elabora a partir de una mezcla de vino blanco y tinto. Uniendo uvas blancas y uvas negras. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Ya que, como punto de partida, su proceso de creación no es tan sencillo como eso. Ya que el vino etiquetado como rosado no se produce de ese modo. Solo se realiza esta práctica en algunos tipos de Champagne Rosados o en el vino clarete.

La primera gran sorpresa es que los vinos rosados se elaboran con los mismos tipos de uvas negras que los vinos tintos. Sorprendente, ¿verdad?

En ambos casos, las uvas se prensan y se obtiene un zumo prácticamente incoloro. El color del vino se obtiene a partir de la fermentación del zumo de la uva con sus hollejos. De ellos recibe su color característico y se conoce como fermentación del mosto tinto. En el caso de la elaboración del vino blanco, solo fermenta el zumo de uva, sin hollejos. Y se conoce como fermentación del mosto blanco.

Partiendo de esto, el proceso de fermentación del vino tinto se prolonga durante varias semanas. Durante las que, el hollejo, va desprendiendo  sus pigmentos. Y que serán los que aportarán su color al vino tinto.

Pero, ese proceso puede interrumpirse de forma controlada por el viticultor, unas horas o días, después de iniciarse. En ese caso, solo se habrán desprendido parte de los pigmentos. A continuación, el mosto fermentará ya sin los hollejos y dará lugar al vino rosado que será finalmente embotellado.

Mitos erróneos sobre los vinos rosados

#1 – El rosado es un vino poco valorado y de poca calidad

¡Ni mucho menos! Los vinos rosados son cada vez más demandados y apreciados justamente por su calidad y peculiares matices de aroma y sabor que lo hacen único. No es casualidad que algunas referencias estén entre las más valoradas y cotizadas a nivel mundial. Logrando, incluso, los ansiados 100 puntos Robert Parker.

#2 – Se elabora con uvas rosadas, de ahí su nombre

Como hemos visto, este punto tampoco es cierto. La mayoría de los vinos rosados se producen a partir de una maceración ligera de uvas tintas. El resultado final de este complejo proceso se ve condicionado por el nivel de la uva empleada. Por lo que debe ser fresca y de calidad.

#3 – Es el vino para «quien no le gusta el vino»

Totalmente falso. Precisamente es un vino delicado y especial sumamente valorado por quienes disfrutan tomando un buen vino. Precisamente en países, donde el vino es parte de su cultura es de los más consumidos y apreciados. De hecho, un dato a tener en cuenta es que en Francia es incluso más consumido que el vino blanco.

#4 – Es de difícil maridaje

Al contrario, el vino rosado permite maridajes que no ofrecen otros vinos. En este aspecto, su abanico es muy amplio. Ya que puede ser vino de aperitivo, acompañando platos principales (perfecto con pasta, arroz, ensaladas e, incluso, pescados y cierto tipo de carnes) o como alternativa a un espumoso. ¡Es un tipo de vino 100% versátil!

#5 – El clarete y el rosado son lo mismo

No, no lo son. El vino rosado se elabora a partir de uvas tintas con una fermentación interrumpida. Mientras que el clarete mezcla tintas y blancas en diferentes proporciones. Por lo que el resulta

Desde CestaShop, te animamos a crear tu propia opinión. Probando referencias de vinos rosados que no hayas disfrutado hasta ahora. Y «creando» tu propio gusto a partir de nuevos aromas y sabores del vino. Si te animas, seguro que la experiencia merecerá no solo un brindis… sino muchos.