Seguro que en alguna ocasión te has preguntado qué decide la compra de vino. En especial, cuando te enfrentas al temido momento de tener que tomar la decisión y terminar eligiendo un poco «a suerte».

Tal vez, ahí reside parte de su encanto. En la incertidumbre que se tiene acerca de si estaremos (o no) escogiendo un vino que guste. Pero, la existencia de ese riesgo, es parte de la propia experiencia de disfrutar el vino. De ir conociéndolo y poco a poco ir descubriendo todos los secretos que guarda para quien lo descorcha.

La realidad es que la oferta disponible de vinos a nuestro alcance, es realmente inmensa. Y no existe una «receta mágica» que, seguida al pie de la letra, nos permita identificar el vino perfecto para cada momento o persona. Aún así, desde CestaShop queremos compartir contigo nuestra experiencia. Tanto como compradores frecuentes de vino, desde hace años. Como desde la perspectiva de profesionales, dedicados a seleccionar y vender vinos asequibles para todo tipo de consumidores y aficionados al vino.

Qué decide la compra de vino realmente

1 – Zona vinícola de procedencia

Es asombroso cómo puede llegar a condicionar este factor en la compra de vino. Tanto, que lo hemos situado como el primero en la lista de estos cinco elementos que deciden de forma positiva o negativa su adquisición.

Porque la zona de procedencia del vino, y por tanto la Denominación de Origen bajo la que está elaborado, es ya en sí misma un sello de identidad. Además, de una garantía de calidad acerca de los sistemas de cultivo, producción y uvas empleadas en su elaboración. Zonas como Ribera del Duero, Rioja, Rueda, Jerez, Rías Baixas son mundialmente conocidas y las más buscadas en nuestra tienda online de vino online.

Pero España cuenta, no solo con estas, sino con un total de 92 Denominaciones de Origen y 41 Indicaciones Geográficas Protegidas. Todas ellas con identidades únicas y unos vinos de calidad que merecen conocerse y disfrutarse. Lo que la convierte en un país de gran riqueza y tradición vinícola. Por eso, siempre te animaremos a que «salgas de la zona de confort de lo conocido» y descubras las maravillas de vinos que se elaboran en otras zonas vinícolas menos conocidas. ¡Haz la prueba! Y, por favor, no olvides dejarnos un comentario con tu experiencia.

2 – La Bodega

El nivel de confianza que nos aporta una bodega es otro de los factores determinantes que decide la compra de vino. De hecho, siempre existe una, o varias bodegas, con las que sentimos especial afinidad. Por el tipo de uvas que emplean en la elaboración de su vino. Porque hemos probado ya vinos suyos y el resultado ha sido satisfactorio. O, simplemente, porque nos ha llegado recomendada por conocidos o nos es familiar.

Motivos puede haber infinitos. Lo importante es ir conociendo sus vinos y establecer nuestro propio criterio a la hora de escoger uno u otro. Y, por supuesto, te animamos a crearte tu propio listado de bodegas preferidas. Esas que te generan confianza y, al adquirir su vino, tienes la tranquilidad de estar escogiendo bien

3 – La Marca

En este punto es importante tener en cuenta que, no solo intervienen factores objetivos como la calidad, valoraciones, tipo de elaboración o de uva del vino. Aquí, mucha responsabilidad del reconocimiento de una marca y la imagen que nos transmite depende de su labor de Marketing.

Hay marcas muy reconocidas en el mercado que han sabido trabajar muy bien su imagen y la forma de diferenciarse de otros vinos parecidos de la competencia.

Y esto… ¿es bueno o no? Como marca, obviamente, todo lo que implique ser percibido de forma única y personal por el posible consumidor es algo muy positivo. ¡Y nada fácil de lograr! A nivel de cliente, no tiene tanta importancia. Ya que un vino no nos va a gustar más por el solo hecho de tener una etiqueta bonita que nos llame la atención. Es decir, el que más «nos suena» al ver un catálogo online. Pero sí está demostrado que, como usuarios, nos predispondrá positivamente hacia esta marca en lugar de otra que no conozcamos.

Desde aquí, sugerimos ir creando tu propia bodega particular con esas marcas de vinos que te gustan y nunca te han defraudado. Vé incorporando nuevas marcas a medida que pruebes más vinos. Y, así, irás trabajando tu gusto propio. Es un sistema que nunca falla. ¡Atrévete a comprobarlo!

4 – Tipo de uva y envejecimiento

El tipo de uva es uno de los elementos imprescindibles que hacen que un vino nos guste o no. Cada uva tiene sus propias características de color, dulzor, acidez, aroma… y eso hace que cada vino sea diferente a los demás.

En España la variedad de uva por excelencia en la elaboración de vinos tintos es la Tempranillo o Tinta del País. Pero hay uvas como las autóctonas Verdejo, la Pedro Ximénez o la Albariño (entre otras muchas) vinculadas a zonas concretas de crianza y elaboración.

El resultado final se ve marcado por la añada a la que corresponde. Esta, indica el año en que se cosechó la uva y se inició la elaboración del vino. Varía de una bodega a otra, aunque estén próximas. Ya que, además, de por el clima del año están condicionada por el tipo de suelo de crianza y la resistencia del propio viñedo a las enfermedades. Como es previsible, cada añada varía de un año a otro. Y puede modificar su nivel de calidad inicial, durante el proceso de elaboración del vino. También, cambia en función de su tiempo de permanencia en barricas para la crianza y envejecimiento del vino.

Si deseas estar al día de la valoración otorgada por las denominaciones de origen y la crítica profesional a la añada de cada marca, no dudes en seguir publicaciones especializadas en el sector vinícola. En España la Guía Peñín y a nivel internacional Robert Parker son referentes.

5 – Precio

Hemos dejado este punto tan, aparentemente, «obvio» para el final. Tal vez te preguntes por qué, cuando es un factor decisivo en la compra de vino. La razón es que, para nosotros, este factor no debe tomarse de manera aislada como el que determina la compra.

Por supuesto, adquiriremos vino adecuado a nuestro presupuesto. ¡Eso está fuera de duda! Pero, dentro de ese criterio, existen miles de opciones de calidad disponibles. Y, en una misma franja de precio, tendremos una gran variedad donde escoger.

Incluso, en igualdad de precio, estamos seguros de la decisión de compra llega determinada por la marca. También porque esté elaborado por una bodega que conozcamos. Que sus uvas nos gusten. O, que tenga una denominación de origen reconocida. Estos factores resultan, a la larga, mucho más determinantes y decisivos.