- 89 Peñín
- 93 Peñín
Vino Tinto Joven Con Crianza (D.O. Ribera del Duero) - 75cl
Flores de Callejo es un vino tinto joven con crianza de bodega Félix Callejo. Un vino elaborado con uva de la variedad Tempranillo criada en terrenos franco-arcillosos. Se caracteriza por su precioso color picota, su marcado aroma afrutado e intenso sabor a especias dulces.
Intenso y vivo, está pensado para su consumo más inmediato y sugerimos servirlo a temperatura entre 12º y 14º.
Vino tinto joven con crianza elaborado con uvas 100% Tempranillo. Su vendimia se realiza de forma manual y la uva pasa por una doble selección en mesa. Tras ser despalillada, y sin estrujar, se lleva a depósitos de fermenación para prefermentarla a 10º con levaduras autóctonas. Macera con su hollejo 3 días después de finalizar la fermentación alcohólica y se descuba a otro depósito para realizar la fermentación maloláctica, de forma espontánea. En Enero se trasiega a barricas de roble francés para una crianza de 6 meses antes de su embotellado.
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Atractivo color picota con ribete violáceo
Muy aromático, marcadas notas de frutas del bosque, con recuerdos de confitería y balsámicos
Carnoso, vivo, con sensaciones de bayas, canelas, especiados, violetas, balsámicos y persistente final primario
6 meses en barricas de roble francés antes de su embotellado
Temperatura de Servicio: 12-14º
Flores de Callejo es un vino tinto joven con crianza de bodega Félix Callejo. Un vino elaborado con uva de la variedad Tempranillo criada en terrenos franco-arcillosos. Se caracteriza por su precioso color picota, su marcado aroma afrutado e intenso sabor a especias dulces.
Intenso y vivo, está pensado para su consumo más inmediato y sugerimos servirlo a temperatura entre 12º y 14º.
La bodega Félix Callejo recibe su nombre del fundador de la bodega. Hombre vinculado desde su infancia al mundo del vino, tanto su abuelo (Fastin)o como su padre (Félix) poseían viñedos y se dedicaban a ser “corredores de vino”, una especie de agente comercial, encargado de vender las partidas de vino elaborado en su pueblo natal, Sotillo de la Ribera.
A los 16 años, tuvo que asumir las riendas del negocio familiar tras la muerte de su padre. Inquieto por naturaleza, siempre tuvo el sueño de elaborar su propio vino. Tras poner en marcha el proyecto, su primera cosecha llegó en 1989.
Con el objetivo de mostrar la grandeza de los vinos de la Ribera del Duero, recorrió el mundo en busca de nuevos mercados incluido el asiático y latinoamericano, pionero introduciendo los vinos de Ribera del Duero en países donde apenas había cultura del vino.
El viñedo se sitúa al norte de la Ribera del Duero, en la parte más alta del valle, entre 850 y 930 metros de altitud sobre el nivel del mar, en un enclave privilegiado de la Ribera del Duero.
La situación de las tierras, a elevada altitud y su marcado contraste de temperaturas entre el día y la noche, favorece la madurez de la uva y le aporta una personalidad única.
Actualmente, es la segunda generación la que gestiona y está al cargo de esta bodega, preocupada por el medio ambiente y que solo trabaja con levaduras autóctonas.
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