VINO Rosado

El vino rosado o rosé es un vino con poca maceración, en el que es mosto ha estado muy poco tiempo en contacto con los hollejos (pieles) que dan su color al vino. Se le conoce también como “vino de una noche” o ”vino de un día”, haciendo referencia al tiempo que ha estado macerando el mosto con la piel.

Hay tipos de vino de color rosado, como el clarete o muchos espumosos rosados, que se elaboran por el método de sangrado, mezclando tinto y vino blanco. Los vinos creados por este sistema se pueden considerar una clase aparte, y no un auténtico vino rosado. El vino rosado se elabora, desde el primer momento, con la intención de serlo.

Las tonalidades del vino rosado son muchas y sutiles. Están condicionadas por la variedad de la uva, su tiempo de maceración y la personalidad de cada bodega. Van desde el rosa amarillo y anaranjado, al tono salmón, el piel de cebolla o el rosa cereza. Colores atractivo para un tipo de vino con gran proyección en los últimos años. Se trata de un vino “difícil” por las sutilezas de color, aroma y sabor que se dan este tipo de vinos. El rosado es un vino que se aprecia por sus matices, ya que no presenta fuerte intensidad en ninguno de sus aspectos.

Entre las uvas que pueden hacer excelentes vinos rosados se encuentran Garnacha y Tempranillo de España, de Francia la Grenache y la Cinsault de Francia; la Sangiovese de Italia y Malbec de Argentina. De las varietales que se encuentran en varios lugares, el Cabernet Sauvignon y el Pinot Noir. Uvas que dan reconocidos vinos rosados como Lambrusco , el vinho de Gatao, los rosados de Cigales.

El maridaje del vino rosado sugerido es con platos suaves de arroz o pasta.