Vinos

El Vino es una bebida alcohólica elaborada con zumo de uva fermentado por la acción de las levaduras presentes en los hollejos de las uvas. El nombre de vino tiene su origen en el latín vinum. Su elaboración y consumo ha discurrido paralelo a la historia de la Humanidad. aunque su origen es anterior. 

Ya que existen indicios del cultivo de vid (vitis vinifera sylvestris ) entre 6.000-5.000 años A.C. Aunque fue en la Edad de Bronce, alrededor del 3.000 A.C, cuando nació el vino en tierras sumerias de la antigua Mesopotamia.

De allí, se extendió hasta Egipto, donde tuvo gran importancia cultural y era considerado signo de estatus social. Y posteriormente, se extendió a través de las rutas comerciales por China y Europa Occidental.

Alrededor del 700 A.C. llegó a Grecia, donde su importancia queda reflejada en la asignación de un dios del vino, Dyonisos. Igualmente, en la época romana tuvo en Baco al dios del vino.

Esta bebida, tan rica en matices, se valora en 3 sentidos: vista, olfato y gusto.

El color del vino, viene definido por multitud de elementos entre los que se incluyen la vid, su ubicación, terreno de cultivo, su elaboración y la conservación o envejecimiento del vino. Aunque es la piel de la uva, la que realmente define el color del vino.

Establecer 3 tipos de vinos por su color: blanco, rosado y tinto, sería una clasificación algo simple. Puesto que existen muchas tonalidades con diferentes matices de brillo e intensidad.

Aunque su cultivo se realiza a nivel mundial, el vino está muy vinculado al clima mediterráneo. De hecho, los tres principales productores mundiales son Italia, Francia y España.

Clasificarlos no es tarea fácil debido a la gran variedad existente. La clasificación más habitual los clasifica según su tipología en: tintos, blancos, rosados, espumosos y generosos. Y, de su estudio se encarga una ciencia: la enología.